En la ciudad alemana de Bensheim, unos 60 kilómetros al sur de Frankfurt, el Departamento de Bomberos recibió una llamada inusual la tarde del domingo.
Una rata se había quedado atrapada en un agujero de ventilación de la tapa de una alcantarilla y solicitaban su ayuda para liberarla.
La primera persona en ver al animal en problemas fue una pequeña niña, según el servicio local de rescate de animales.
Michael Sehr, de esta oficina, llegó entonces al lugar de la emergencia, pero no pudo liberar al roedor y llamó a los bomberos.
«Tenía mucha grasa invernal y no podía avanzar ni retroceder», explicó Sehr a medios locales.
El rescate en equipo
Para la operación de rescate llegaron ocho bomberos, que levantaron la tapa del pozo y la apoyaron en cuñas, mientras que Sehr empujaba la rata.
El animal fue finalmente liberado y lo soltaron de vuelta a la alcantarilla.






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