Jay Ohrbeg, un reconocido coleccionista de autos, construyó en 1986 «The American Dream», un vehículo que en aquel entonces medía «solo» 18 metros y era impulsado por dos motores V8, uno en la parte delantera y otro en la trasera. Más tarde, Ohrbeg extendió su creación única hasta alcanzar los 30,5 metros de largo. Guinness reconoció a «The American Dream» como el auto más largo del mundo en 1986.
El vehículo apareció en portadas de revistas, programas de televisión y películas, pero su meteórico ascenso a la fama fue seguido por una abrupta caída en popularidad. Terminó abandonado en un depósito de Nueva Jersey durante décadas hasta que Michael Dezer y Michael Manning lo encontraron en una publicación online y decidieron comprarlo y restaurarlo.
«Lo encontré por primera vez en una exposición de autos en Nueva Jersey y era basura. Estaba cubierto de grafitis, las ventanas rotas, las ruedas pinchadas, pero me enamoré de todos modos. Me dije: ‘Voy a conseguir este auto y lo voy a restaurar’», contó Manning a Guinness Records.
Con sus 30,54 metros, «The American Dream» no solo es el auto más largo del mundo por un amplio margen, sino que también cuenta con características únicas. Esta limusina ultraextensa tiene una cama de agua, una piscina con trampolín, un jacuzzi con bañera, una cancha de minigolf y hasta un helipuerto funcional para un helicóptero pequeño.
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