Milagros Segovia llegó a la guardia del hospital y descubrió que estaba a punto de dar a luz. No tuvo síntomas previos ni controles. En esta nota, cuenta cómo vivió una maternidad inesperada, el peso de la culpa y cómo es su vida hoy, cuatro meses después.
La madrugada del viernes 15 de agosto de 2025, Milagros Segovia (21) llegó a la guardia del hospital Eva Perón, en la localidad santafesina de Granadero Baigorria, con un dolor fuerte en el pecho y la presión arterial extremadamente alta. Ingresó pasada la medianoche, pero recién la atendieron cerca de las tres de la mañana. Luego de una revisión rápida, la médica fue directa: “Vos estás embarazada”. Milagros negó sin dudar. No tenía panza, no había tenido náuseas ni vómitos. Tampoco había sentido patadas, indica Infobae.
Mientras los médicos intentaban bajarle la presión, Milagros seguía convencida de que se trataba de un error. En el mejor de los casos, pensaba, estaría de pocas semanas. “Yo me miraba y no tenía panza. Cuando me acosté en la camilla, quedaba plana”, recuerda. Minutos después, la llegada de una obstetra terminó de despejar cualquier duda. “Tenés un embarazo superavanzado”, le dijo. En segundos, la sala empezó a llenarse de médicos y enfermeras. “No entendía nada. Me sacaron de la guardia y me llevaron directo a internación. Encima la presión me seguía subiendo: estaba en 190”, cuenta.
Martina nació a las 12.40 del mediodía por cesárea. Tenía 31 semanas de gestación, pesó 1,6 kilos y estaba sana. Milagros, en cambio, fue trasladada a terapia intensiva con un diagnóstico que hasta ese momento desconocía y que le dio nombre a lo que había vivido sin saberlo durante meses: un embarazo críptico, acompañado de una preeclampsia severa y Síndrome de HELLP.
Meses más tarde, ya en su casa con su bebé y su pareja, decidió contar lo que le había pasado en redes sociales. Hizo una publicación en Instagram y, por la cantidad de mensajes que recibió, luego subió un video a su cuenta de TikTok. “Entré a la guardia por un dolor de pecho y salí con una bebé en brazos”, contó. La historia explotó. En diálogo con Infobae, repasa su experiencia íntima y extrema: desde que le dieron la noticia hasta las 72 horas críticas que atravesó después del parto y el momento en que conoció a su hija.






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