Un cura de la provincia argentina de Santa Fe empleó un método poco convencional para expulsar a la Policía, que había llegado a su iglesia con el objetivo de detener una misa que no podía celebrarse debido a las restricciones por la pandemia del coronavirus, informan medios locales.
Los hechos tuvieron lugar en la localidad de Amenábar el fin de semana pasado, cuando los uniformados ingresaron a la capilla de Nuestra Señora de Lourdes para advertir a los feligreses que estaban infringiendo las restricciones vigentes desde el pasado 22 de mayo, que incluyen la prohibición de ceremonias religiosas presenciales.
Pero lejos de acatar la disposición, el cura Andrés Quiroga tomó una cruz de madera y, como si estuviese presidiendo un exorcismo, intentó echar a la Policía. “En nombre de Cristo, fuera de la casa de Dios”, fue la frase que repitió a gritos el eclesiástico mientras obligaba a un efectivo a retroceder.
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