Uno de los casos de hurto más habituales suele producirse en la calle. Durante más de cuatro décadas, el ex ladrón Frank Abagnale colaboró con el FBI en el adiestramiento de los investigadores sobre temas como el robo, el fraude bancario, la falsificación de documentos y la ciberseguridad.
Tanto es su conocimiento de la materia, que su libro Atrápame si puedes alcanzó grandes ventas en Estados Unidos. En él, da tips a las posibles víctimas de robos y dio a conocer qué se debe dejar en casa para no pasar un mal momento.
1) Demasiadas tarjetas de crédito o de débito. Cuantas menos tarjetas en el bolsillo, mejor. Abagnale propone que dejemos las tarjetas de débito en casa, pues cada vez que se sale con ellas a la calle, estamos poniendo en riesgo la totalidad de nuestro capital. Las tarjetas de crédito felizmente están protegidas y cubiertas por una ley federal para casos de compras no autorizadas.
2) Evitar llevar la tarjeta de la Seguridad Social. “¿Cuándo fue la última vez que usted necesitó usarla?”, pregunta. Casi nunca. Sin embargo, un ladrón sí podría emplear fácilmente el codiciado número para abrir una nueva tarjeta de crédito y seguir estafándonos.
3) Chequeras. Si sabemos que tenemos que emitir un cheque, basta con llevar encima uno y solo uno. Como Abagnale sabe cuán habitual es el fraude con cheques, asegura que rara vez los emplea. De paso aconseja que usemos una pluma de gel económica, cuya tinta es imposible de lavar, y que compremos bolígrafos con tinta especialmente formulada para adherirse al papel.
4) Boletas de depósito bancario. Contienen exactamente la misma información que sus cheques y son claves para desbloquear nuestra libreta bancaria.
5) Recibos de gasolineras y de cajeros automáticos. Incluso estos artículos conservan fragmentos de información utilizable, como los últimos cuatro dígitos de la tarjeta de crédito, que pueden ser usados para ayudar a reconstruir números de cuenta completos.
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