Girls20 se lanzó en 2009 en la Iniciativa Global Clinton y uno de sus programas clave es la Cumbre G(irls) 20, inspirada en la Cumbre del G20, que busca reunir a panelistas y expertos internacionales sobre los problemas económicos y sociales que enfrentan las niñas y las mujeres. Con pocas expectativas pero mucha esperanza, Bernardita se postuló para la Cumbre G(irls)20 con la intención de aprender y representar a Argentina, en donde la problemática de la mujer presenta un escenario preocupante, una mujer muere cada 29 horas de acuerdo a lo informado por el “Observatorio de Violencia de Género “Ahora que sí nos ven”.
“Soy una estudiante que hace diez años comenzó a trabajar en voluntariados. Mi historia arrancó a los 13 años cuando fui a enseñar en zonas vulnerables y es una experiencia que me marcó, siempre pensé que la educación era la solución y ahí aprendí qué era una respuesta incompleta. Lo que me llevó a distintas problemáticas y pedacitos de conclusiones que iba juntando cómo un rompecabezas. Algo que sigo haciendo hasta el día de hoy, cada vez que me veo en el puesto de resolver una incógnita vuelvo a esos rebeldes 13 años y busco la respuesta más larga, diversa y completa que se me pueda ocurrir”, contó la joven.
“Actualmente estoy trabajando cómo Líder de la Comisión de Mentoreo en la Fundación Líderes de Ansenuza, una organización nacional que ofrece programas educativos e invierte estratégicamente en jóvenes líderes del interior del país. Por quién sigo hoy es mi sobrina y todas las nuevas generaciones de niñas. Cuando ellas crezcan quiero que estas conversaciones pasen a la memoria colectiva, que el nombre Abigail sea una historia para no olvidar el camino que tuvimos que pasar”, reflexionó Bernardita.
“Para mí significa un montón, una tucumana de la Banda del Río Salí le habló al mundo en un inglés duro! Y no tan sólo eso, hablé de lo que pasa aquí, al lado, en la esquina. Y pude compartir la mesa con jóvenes líderes de todas partes del mundo donde aprendí que las mujeres tenemos problemas universales. Lo más significativo para mí es el deseo de que las futuras representantes de Argentina sigan saliendo del Norte y de esos rincones que algunas veces son opacados, nuestra voz vale y cada rincón de la Argentina tiene una cultura distinta, rica y que merece ser compartida. Que yo haya llegado aquí significa que no es necesario un título o ser fundadora. Quiero que las que me sigan se sientan cómodas en su piel, en su tonada, en su género, su sexualidad y su pensamiento crítico”.
“Uno de los planteos que más me llevo, es el nuevo derecho humano fundamental que me tocó defender en las negociaciones de las políticas públicas, que fueron recomendadas a los líderes del G20. Y habló del acceso al internet y al mundo digital. No podemos tener personas -y especialmente niñas en zonas rurales- sin una infraestructura ni acceso: abandonando sus estudios, algunos incluso hasta sus trabajos y limitando sus derechos. La pandemia expuso de forma grotesca las desigualdades en las que seguimos viviendo y cómo las mismas tienen soluciones prácticas que no son aplicadas”.
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“Después de las últimas semanas que viví, esa es una pregunta que me vengo haciendo a mi misma. Muchas cosas están cambiando y me encuentro en el medio de un proceso caótico, pero también expuso mis pasiones y deseos que fueron constantes. Los proyectos que vengan van a seguir enfocados en equidad de género aplicado a las minorías y esas voces que muchas veces no se escuchan”, contó Bernardita a Sabelo.
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